lunes, 17 de noviembre de 2008

Limpieza de muebles

Limpieza de muebles

Una vez recuperada la pieza sigue la tarea de limpieza, preparándola para el efecto decorativo final. Para ello retirar el polvillo existente con un trapo limpio, sin olvidar ningún lugar. Si la superficie está muy sucia o engrasada utilice algún producto de limpieza de uso doméstico. Recuerde que no es conveniente empapar el mueble con agua pues podemos humedecerlo en exceso y correr el riesgo de deteriorar los encastres.

El diagnóstico para la limpieza de muebles

Hay que tener en cuenta si el mueble está pintado, lustrado, barnizado o encerado. Esto determinará el tratamien­to que deba realizarse con el mismo.

1- Si cualquiera de estos acabados presenta partes flojas; pasar una espátula de metal para retirarlas.

2- También se puede remover la pintura vieja con viruta de acero. En este caso, conviene protegerse las manos con guantes de látex o tela.


3- Si el mueble u objeto está barnizado al aceite no hay problema de aplicar técnicas al aceite. Si en caso contrario, queremos aplicar técnicas al agua, se debe remover el barniz con un cepillo de alambre primero y luego dar terminación con una lija fina.

4- Si el mueble está encerado, lo más aconsejable y sencillo es retirar la cera vieja con un removedor o quita cera de uso doméstico. Esta acción se realiza con una esponja de acero, una rasqueta de metal o la hoja de una trincheta. Esta última opción da muy buenos resultados ya que prácticamente no se daña la madera. Se pasa el filo de la hoja en el sentido de la veta de la madera, raspando suavemente la superficie.

5- Siempre, después de cualquiera de estos tratamientos anteriores la fase final es pasar una lija fina para suavizar la superficie y retirar el polvo con un cepillo suave o paño seco.

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